5 de marzo de 2014

Paris Mon Amour - Día 1 el aperitivo

Esta es una de aquellas ciudades indispensables para ir al menos una vez en la vida. Llamada la ciudad del amor, la ciudad de las luces, la ciudad madre de la libertad (iniciado ese apodo en la Revolución Francesa, donde el pueblo reclamó y consiguió algunos derechos pero a base de rodamientos de cabezas de un lado y otro) y seguro que algún otro nombre recibirá puesto que es de esas ciudades llenas de historia diversa.

Alguna información práctica:
  • En la ciudad hay 16 líneas de metro con una buena frecuencia, hay el RER o tren que recorre ciudad y alrededores, dispone de un buen trazado de buses y también el BatoBus que recorre el Sena con diferentes paradas.
  • El Sena sería una división natural de la ciudad y es fácil organizar la visita entorno a él. Además la Torre Eiffel, visible desde casi cualquier punto de la ciudad, ayuda a la orientación.
  • Para visitar museos existe el París Museum Pass y existe un paquete combinado transporte+museo+atracciones que sería el Paris Pass.
  • Todas las iglesias son gratuitas, excepto la Saint Chapelle. No sería así la subida a las torres o bajar a las criptas.
  • Recomendable consultar los horarios, hay diferentes días de la semana en los que algún importante museo abre hasta tarde en la noche. Por ejemplo el jueves el Museo de Orsay abre hasta las 22:00 horas y lo mismo ocurre con el Louvre los viernes.
  • La zona más económica para comer es o bien el Barrio Latino (menús de entre 10 y 20 euros) o Montmartre. Lo más prohibitivo por precio seria el café (uno sólo seria unos 2,20 euros y uno con leche sobre los 4,50 euros)



Llegamos a Paris después de un buen madrugón, es lo que tiene querer aprovechar las escapadas. El aeropuerto de Beauvais está a unos 80 kilómetros del centro de la ciudad, por lo tanto la mejor opción es tomar un bus hasta Porte Maillot . Tarda sobre 1 hora y poco más, si el tráfico lo permite. Si reservas on-line el coste es de 15 euros, y hay que recordar llevar impreso el billete. Si lo compras al momento el precio es 1 euro más; hay máquinas para comprarlo nada más salir del aeropuerto (pago con tarjeta y menor cola) o bien vas a taquilla donde como premio te darán también un mapa de la zona y metro.
Nosotros después de llegar nos hospedamos con nuestros más que geniales anfitriones, estamos a diez minutos a pie de la Torre Eiffel, en la zona de Trocadero.


Un verdadero lujazo que nos permite ver la Torre en todos sus estados: por el día siendo un conjunto de hierros ordenados que quieren tocar el cielo y por la noche con una iluminación que la hace destacar por encima de toda la ciudad y que además si coincide que es cada hora en punto veréis como está diez minutos con un show de luces que parecen pequeñas estrellas que se encienden y apagan.


Una curiosidad de la Torre para quién no lo sepa; en su día se hizo para la exposición universal, ganó entre varios proyectos (uno era una una guillotina gigante....¡ y luego dicen que los franceses no tienen humor! Jajaja) y se estableció que estaría en París 25 años y luego viajaría por los diferentes países. Pero entonces, ¿porqué no viajó? Pues empezó la guerra y el maestro Eiffel colocó la primera torre de comunicaciones del país justo encima del monumento y así se aseguró que no marchase de su querida París



Lo primero que hacemos es ir hasta la Fuente de St Michel donde hemos quedado para hacer una excursión guiada con los guías de Sandemans . Puntuales abren un paraguas rojo para hacerse notar y gritan para los diferentes turistas que estamos esperando. Esta es la excursión gratis, donde lo que haces es valorar al final el trabajo del guía mediante una propina económica que os aseguramos que nuestra simpática guía gallega Cristina se ganó con creces.


La excursión duró dos horas, donde Cristina nos hizo un recorrido histórico, turístico y arquitectónico empezando por la fuente St Michel, el barrio Latino, cruzando el Sena para ir hasta Notre Dame, la impresionante Saint Chapelle, el Palacio Justicia, seguir caminando por la Isla hasta el Jardín de Dauphine o coloquialmente conocido por los parisinos como el Jardín del Viejo Verde,
subimos hacia arriba viendo la placa conmemorativa del último templario Jacques de Molay, ya que fue allí donde lo quemaron y donde dijo la famosa frase castigadora ( ese año murió rey y Papa, peste para los parisinos y empezó la Guerra de los Cien Años.....algo de razón tenía!!!), pasamos bajo el Ponte Novo para seguir hasta el puente del Amor o Ponte Carrousel con sus miles de candados, viendo en un extremo la Biblioteca Nacional Richelieu y en el otro el Museo del Louvre, pasamos por las dos salas exteriores del Louvre (la más antigua y la más actual donde hace unos años pusieron la famosa Pirámide, que hay varias explicaciones, ninguna corroborada, del porqué de ella), continuamos por el pequeño Arco del Carrousel que en su día sirvió para que Napoleon pasará al llegar a la ciudad (se construyó viendo que no acababan el Arco del Triunfo, ya que Napoleón había pedido pasar bajo un arco en su llegada, sólo pasó por el verdadero Arco del Triunfo post mortem, muchos años después), seguimos por los Jardines de las Tullerias apreciando el típico jardín estilo francés y finalmente llegamos a la Plaza de la Concorde, donde  día se instaló la guillotina y hoy destaca el obelisco egipcio (a cambio del regalo, Francia entregó a Egipto un reloj gigante que nunca funcionó y que hizo que los egipcios se enfadasen por la ofensa).
Hasta aquí la excursión, toda exterior y que consigue situarnos y abrir el apetito de lo que luego veremos con mayor profundidad.


Ya que no estamos muy lejos, nos vamos a ver la Iglesia de la Madeleine, impresionante por fuera y por dentro. Como todas las iglesias son gratuitas y de ella se puede ir a una de las calles de boutiques, el Boulevard de la Madeleine, que llega hasta la Opera.


Nuestra siguiente parada era ir a buscar los Paris Pass, se trata de un paquete integrado de varios días a elegir (nosotros cogimos el de dos y el precio era de 112€ por persona) donde tienes una tarjeta para uso de atracciones varias (bus turístico que te permite desplazarte y bajar y subir en los principales puntos de la ciudad, barco recorrido por el Sena, trenecito de Montmartre...), un ticket para viajes ilimitados durante dos días de transporte publico metro, bus, tren ( también el RER o tren que va a Versalles, que sería el C) y la entrada exprés a la mayoría de museos, la Saint Chapelle, subir a las Torres de Notre Dame...No estaría incluida la subida a la Torre Eiffel.
Puede comprarse on line o allí mismo en París. Como recomendación, si se compra on line con mínimo 10 días de antelación, te lo envían a domicilio y así ya tienes el mapa, horarios, etc y puedes organizar tu ruta. Además te ahorras de ir a buscarlo a la oficina de Paris ( sólo hay una, es una pequeña tienda cerca del Teatro Rex, no está muy céntrica. Ojo en el papel de reserva pone que la oficina sólo está abierta hasta las 16:30 y en realidad es hasta las 17:00!!! No des la vuelta si vas justo como nos pasó a nosotros!!!)


Ya que estamos por la zona visitamos la Opera y subimos en metro hasta Montmartre que es un segundo París. Barrio lleno de encanto, sus terrazas, tiendas, restaurantes, unas vistas increíbles desde la Iglesia del Sacre Coeur donde vale la pena sentarse un rato en sus animadas escaleras, disfrutar de las vistas y de los variados espectáculos callejeros.



Este barrio fue la cuna de múltiples artistas, acogida de pintores, escultores, músicos que encontraban en sus calles una vivienda más barata que en el centro parisino. Renoir, Matiase, Picasso, Toulouse-Lautrec, Degas, Van Gogh...todos compartieron territorio junto a los bohemios (gente venida de la región de Bohémia de República Checa) y de ahí surgió el adjetivo para los artistas que perdura hasta nuestros días....curioso , no?


Bajando la escalinata y caminando hacia la derecha llegas al límite del barrio, el Boulevare de Clichy lleno de luces rojas de los cabarets y sobre todas ellas el Moulin Rouge, donde largas colas esperan que se abra el telón. A esta zona vale la pena ir al anochecer puesto que por el día pierde su encanto al no estar encendida; no es peligrosa así que no hay que temerla.


Después de este largo día, toca volver para casa y cenar en familia, maravillosa cena, maravillosos quesos, maravilloso vino y mejor compañía.
Bonne nuit!!

VER DIA 2, DIA 3, DIA 4

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